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Los bulbos crecen con facilidad y requieren de un mínimo esfuerzo para plantarlos y mantenerlos. Además se adaptan bien con otros cultivos, así que puede incorporarlos a paisajes ya existentes, o en macetas jardineras.

Las Bulbosas que florecen en primavera (Tulipán, Jacinto, Narciso, etc.), se plantan en otoño (octubre-noviembre).

A la hora de elegirlos, compra bulbos sanos, duros, que no tengan agujeritos. Si al presionar la base del bulbo con los dedos, se hunde, es que no está en buenas condiciones.

la plantación ha de hacerse en un suelo drene bien, que no se encharque. En un suelo con demasiada agua se pudrirían. Los suelos arcillosos, son los que tienen más riesgos en este sentido. Si ese es tu caso añade una buena cantidad de arena de río y también de materia orgánica (turba, mantillo, estiércol, etc.). Con esto se airea, se esponja el suelo y se mejora el drenaje. Mézclalo todo bien con la tierra usando una azada.

Conviene incorporar un abono orgánico (estiércol, mantillo, turba, etc.) y que quede mezclado con la tierra homogéneamente.

La distancia de plantado para Jacintos y Narcisos deberá ser de 10 a 15 cm.
Asegúrate que la base del bulbo quede a una profundidad que sea el doble del tamaño de dicho bulbo.

Se cubren con la tierra, se da un riego abundante en el momento de plantar y ya está, en primavera tendrás ¡un florido espectáculo!