Los bulbos de otoño se plantan a partir de septiembre para tener flores al final de invierno y primavera.
Los jacintos y narcisos se pueden plantar también en interior; y los jacintos, se pueden plantar en agua, en un soporte en el que el bulbo quede suspendido y solo su base quede aproximada al agua. Es muy didáctico ya que el envase suele ser transparente y se ve como crecen las raíces y posteriormente el desarrollo de la parte aérea.
Hasta finales de noviembre puedes seguir plantando bulbos, para que florezcan en primavera y decoren tu jardín o terraza. Si conservas tus bulbos en un lugar aireado y fresco incluso los puedes plantar en diciembre.
Para una floración escalonada planta los bulbos a finales de septiembre, luego en octubre y finalmente en noviembre o diciembre. Escoge un lugar soleado y ¡cuidado con las heladas!.
Abónalos cuando los plantes y justo antes de la floración, riégalos regularmente pero evita el encharcamiento. Durante la floración, las flores marchitas conviene que las cortes un par de centímetros por debajo de sus bases.
Los bulbos son fáciles y agradecidos aunque las flores duran poco. Por este motivo, no plantes grandes extensiones de bulbos a la vez ya que se transformarán en grandes vacíos cuando se marchiten. Combínalos con arbustos o plántalos en diferentes macetas.