En los artículos I y II, os explicábamos cuándo es la mejor época de plantación, como se deben hacer los hoyos y que dimensiones deben de tener. En este artículo nos vamos a centrar en la preparación que le damos al árbol antes de plantarlo y como hacemos el rellenado del hoyo.
PREPARACION DEL ÁRBOL
A raíz desnuda, cortaremos raíces deterioradas, secas, necrosadas, etc., o se acortan las raíces excesivamente largas.
Sumergiremos las raíces, durante una hora, en un recipiente con agua y tierra, con el fin de que las raíces vayan bien hidratadas. Esto lo haremos con los árboles que vengan tanto a raíz desnuda como en cepellón, no hará falta en árboles en macetas enraizados, si en cambio, en los de maceta preplantados, que como explicamos en el primer artículo no deja de ser un cepellón.
En los árboles de cepellón que suelen venir con una malla, no se la quitamos para no deshacer el cepellón, si le cortaremos un poco la malla si vemos que de alguna forma lo estrangula en el cuello (parte de unión entre el tronco y la raíz).
Para todo tipo de frutales, le haremos una poda de ramas en un tercio de su longitud, con la finalidad de concentrar la savia en menos yemas.
Colocación del tutor, tutor que debe de llegar hasta la cruz del árbol. El tutor deberá ir clavado en el fondo del hoyo, por lo cual habrá que colocarlo antes de rellenar el hoyo.
Y por último, pero importantísimo, el injerto (nudo cerca del pie), debe de quedar siempre en el exterior, a poder ser entre 15 ó 20 cm. , como mínimo, por encima del nivel de la tierra del alcorque. Si el injerto lo dejaramos tapado con tierra, es decir dentro del hoyo se produciría una asfixia radicular con la consiguiente muerte del árbol.
RELLENADO DEL HOYO
• Primero nos aseguraremos de un buen drenaje, bien, el tipo de tierra, situación o la
propia parcela lo posee, o bien se lo aportaremos poniendo una capa de gravilla en el fondo.
• Haremos un abonado en el fondo del hoyo.
• Aportamos tierra de buena calidad.
• Apoyamos las raíces de forma que la altura del árbol sea la correcta, no tapando el injerto y que el cuello quede al descubierto, es decir, igual que viene del vivero.
• Se irá moviendo el árbol, a medida que se va rellenando para que la tierra se meta bien entre las raíces, e iremos pisándola para que asiente bien. La tierra tiene que quedar bien adherida a las raíces y sin bolsas de aire. Esto se consigue empujando la tierra y con los riegos.
• Se nivela la tierra, y se forma un alcorque para que el agua quede contenida en esa poza.
• Regar copiosamente, sin miedo, y seguir un plan de riegos los primeros meses.
Es preferible regar menos días y en abundancia que no un poquito todos los días, así aseguramos el riego en profundidad y no sólo quede en la superficie produciendo un mal anclaje del árbol.
IMPORTANTE
[infobox color=»#77bb48″]El primer año tenemos que conseguir un buen anclaje y desarrollo de las raíces, con una buena plantación y abonado. La producción de fruta, ya llegará en los siguientes años, y la energía del primer año que se concentre en el anclaje y así obtendremos fruta para varias generaciones.[/infobox]
