El cambio climático, combinado con la pérdida masiva de hábitats, está resultando en la desaparición de numerosos insectos benéficos. En este artículo, presentamos cuáles son estos insectos y su función vital para el equilibrio del ecosistema. Además, compartimos consejos sobre cómo fomentar su presencia. ¡No te lo pierdas!

La presencia de insectos es un indicador de la calidad ambiental y la salud de los ecosistemas. Contribuyen al control de plagas en jardines y huertos, además de favorecer la cadena alimentaria al transportar polen de flores (como las abejas y abejorros).

Pero, ¿quiénes son estos insectos benéficos y cuál es su papel en los ecosistemas? A continuación, detallamos los más importantes:

1. Mariquitas: Estos pequeños coleópteros pertenecen a la familia Coccinellidae. Son utilizados en jardines y cultivos por su voracidad contra ácaros, pulgones, cochinillas y larvas de mosca blanca. También tienen sus propios depredadores, como pájaros y arañas.

Plantas que atraen: angélica, manzanilla, geranio, anís, cilantro, perejil, hinojo, diente de león, eneldo, entre otras.

2. Escarabajos: Forman parte de un grupo de coleópteros (Scarabaeoidea) con cerca de 32,000 especies. A pesar de su mala reputación entre las personas, desempeñan un papel fundamental en la descomposición de materia orgánica y la polinización.

Plantas que atraen: magnolia, nenúfar.

3. Mariposas: Son importantes para las cadenas alimentarias y la polinización, además de tener un valor estético apreciado en los jardines.

Plantas que atraen: verbena bonariensis, alcea, echinacea purpurea, heliotropo, lantana, clavel del poeta, rudbeckia, zinnias entre otras.

4. Avispas: Aunque son menos populares que las abejas, son esenciales para la polinización y el control de plagas que afectan a cultivos y flores.

Plantas que atraen: romero.

5. Abejas y abejorros: Son los principales agentes polinizadores y cruciales para la producción de alimentos. Sin ellas, la vida tal como la conocemos sería imposible.

Plantas que atraen: equinácea, girasol, azafrán, lavanda, romero, borraja, flores de árboles frutales, entre otras.

6. Arañas: Aunque no son insectos, desempeñan un papel crucial en el control de poblaciones de insectos, ayudando así a regular las plagas.

Plantas que atraen a sus presas: laurel, lantana, camomila, flor de seda, entre otras.

7. Ciempiés: Aunque no son insectos, ayudan a controlar plagas como larvas de escarabajo, saltamontes y grillos, actuando como fumigantes naturales.

Pero no todos los insectos contribuyen al buen funcionamiento de nuestra huerta o jardín. Algunos son perjudiciales, como el pulgón, la mosca blanca y el gusano del alambre. Mantener un medio ambiente sano implica conservar la biodiversidad, tanto de los insectos beneficiosos como de los perjudiciales. Es esencial tener esto en cuenta al enfrentarse a posibles plagas.

Cerca del 90% de las plantas silvestres y un tercio de la producción de alimentos que consumimos dependen de la polinización, y los insectos encargados de este proceso están desapareciendo.

El uso de pesticidas químicos elimina a todos los insectos, tanto los perjudiciales como los beneficiosos, y puede provocar plagas más agresivas. Es crucial cambiar nuestro modelo de agricultura industrial hacia prácticas agrícolas más ecológicas.