Te dejamos algunos consejos sobre la época y la manera más adecuada de podar los árboles frutales. De esta forma, mejorará la salud o la apariencia del árbol y, al mismo tiempo, obtendrás frutos de buena calidad.

Lo ideal es podar los árboles una vez que finaliza el invierno y justo antes de la llegada de la primavera, momento en el que el árbol empieza a brotar. No obstante, también puedes hacer una pequeña poda en época estival y otoñal, principalmente en variedades de hueso e imprescindible en kiwis, lo que se le llama poda en verde.
Al realizar la poda, debemos tener en cuenta que el árbol debe cicatrizar las “heridas” realizadas durante la poda. Por eso, justo antes de la llegada de la primavera es el momento más adecuado. Y por el contrario, realizarla en otoño o invierno hará que las heridas estén expuestas demasiado tiempo y podría dar lugar a la aparición de hongos. Para evitar esto es conveniente tapar los cortes con mastic, sobre todo cortes superiores a un centímetro de grosor.
Para realizar la poda debemos tener unos mínimos de conocimientos como el tipo de poda que queremos realizar, partes del árbol y tipos de herramientas a utilizar.

​Tipos de poda

Otro de los aspectos que debemos tener en cuenta es el objetivo de la poda. Y de esta forma, podemos elegir la más adecuada.

• Poda de formación: es la poda imprescindible durante los primeros años de vida del árbol. Desde que se planta hasta que entra en producción. Con ella, conseguiremos que el árbol vaya tomando la forma que queremos.
• Poda de limpieza: con ella eliminaremos las ramas y elementos que no nos aportan como, por ejemplo, las ramas secas o ramas cruzadas hacia el centro de la copa. Se recomienda realizarla de manera anual.
• Poda de fructificación: de ella dependerá la cosecha del año siguiente ya que buscaremos renovar las formaciones del árbol que porta la fruta.
• Poda de rejuvenecimiento o regeneración: la realizaremos cuando la producción del frutal empieza a decrecer. Aunque también es importante saber que no en todas las variedades merece la pena. La manera de realizar esta poda puede ser terciando las ramas, descabezando, injertando o recepando.

 

​Partes del árbol frutal

Otro de los aspectos que debemos tener en cuenta es qué partes del árbol estamos cortando. Por eso, os detallamos las partes más reseñables de un frutal ya que es muy importante realizar la poda por encima de las yemas. Y éstas son los puntos de crecimiento del árbol. Se diferencian según su posición y el crecimiento al que van a dar origen:
1. Yema terminal: está al final de la rama y, al cortarla, se activan las yemas de la parte posterior.
2. Yema de follaje: se encuentran en el lateral de las ramas y dan lugar a las hojas.
3. Yema de flor: son más gordas, se hinchan en primavera y dan lugar a las flores.
4. Dardos: garantizan la fructificación del árbol. Son ramas con yemas en flor y salen en las ramas más antiguas.

Herramientas recomendadas

En función del tamaño del árbol frutal y de la poda que quieras realizar, será más recomendable que uses una u otra herramienta de las que te detallamos a continuación:
• Tijera de mano: es una herramienta bastante común, recomendada para ramas poco leñosas que no tengan más de 2,5 centímetros.
• Tijera de dos manos: para ramas de entre 4 y 6 centímetros usaremos este tipo de herramienta con la que, al usar las dos manos, podremos optimizar la fuerza.
• Tijera cortasetos: elegiremos un tipo de filo u otro en función del árbol que queramos cortar. Si se trata de uno leñoso y con grosor, te recomendamos una de filo recto.
• Tijeras de pértiga: son las necesarias para llegar a las zonas altas del árbol, con ellas llegaremos a una distancia entre dos y cinco metros de altura.
• Sierra: la usaremos ya para ramas de gran envergadura con las que no nos podamos hacer con las herramientas mencionadas anteriormente. Preferiblemente usar corte japonés.

Consejos ofrecidos por Augusta Viveros.